lunes, 27 de mayo de 2013

Reducir CO2 puede ahorrar millones a los consumidores

 Las inversiones en tecnologías de reducción de emisiones podrían ahorrar millones de euros a los consumidores de energía eléctrica

 
En muchas ocasiones he escuchado a nuestros representantes en las instituciones quejarse de que se aprueban leyes o planes estratégicos que no contienen presupuestos concretos sobre lo que se va a invertir para poder llevarlos a cabo.
En  la opinión pública parece que esto no tiene un efecto importante y entre otras cuestiones puede deberse a que somos un país en el que culturalmente no está bien visto hablar de dinero.  En otros lugares ocurre exactamente lo contrario, las intenciones sólo son creíbles cuando se cuantifican en dinero, porque eso las hace posibles.
 
Eso ocurre en los países anglosajones y hoy he encontrado un ejemplo claro en la Reforma del Mercado Energético que está llevando a cabo el gobierno inglés.



Dentro del Plan de Reducción de Emisiones UK ya establecen inversiones concretas y cuantificadas para la reducción de emisiones, y concretamente en el campo de la producción de energía eléctrica se cuantifican en 1.000 millones de libras para la Captura y Almacenamiento de CO2 y 50 millones de libras para estudios sobre energía marina y offshore. Esto es lo que el Gobierno quiere invertir en conseguir los objetivos de reducción de emisiones en este sector.
 
A mi me gustaría que en algún documento sobre planificación de emisiones español apareciese alguna cantidad concreta con la que poder establecer un orden o una estrategia en el sector. Pero eso en este país no se estila.
 
Hoy un informe británico dice que las inversiones en tecnologías de reducción de emisiones podrían ahorrar 25-45.000 millones de libras a los consumidores de electricidad, pudiendo llegar a 100.000 millones si el precio del gas o del CO2 aumentara. Este informe se ha presentado en la comisión responsable de la reforma del mercado eléctrico de ese país, EMR y apuesta por la creación de hasta 3GW de centrales d producción eléctrica con captura de CO2, lo que haría que se desarrollaran todos los proyectos que hasta ahora están en marcha e incluso otros.
 
Estos datos facilitan la toma de decisiones al gobierno, los inversores y las empresas porque eliminan parte de la incertidumbre que pesa sobre el sector. A su vez establece un marco de referencia para los investigadores ya que el gobierno ha dotado programas concretos de investigación en tecnologías de reducción de emisiones.
 
El 20 de marzo de este año el gobierno anunció los proyectos industriales de captura y almacenamiento de CO2 que finalmente recibirían ayudas del gobierno (1.000 millones de libras) y uno de ellos, White Rose Project in Yorkshire en Inglaterra es una ampliación de la mayor central térmica de carbón con esa tecnología que estará operativa entre 2016-2020. Esta central se abastece entre otros de carbón nacional procedente de Yorkshire, Midlands y Escocia.
 
Es España la indecisión del gobierno en materia de regulación energética arrastra cualquier iniciativa en el sector. Paralelamente a esto la minería padece también la falta de rumbo a pesar de que como se demuestra en otros países las soluciones son posibles.
 
 











II Programa nacional de reducción de emisiones

domingo, 12 de mayo de 2013

El CIS confirma que nadie votó al PP


La encuesta del CIS confirma lo que se dice en la calle: Nadie votó al PP

Una de las conclusiones a las que se llega al leer el barómetro de abril de 2013 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es que gran parte de la población española no recuerda haber votado al Partido Popular. Otro dato interesante que se desprende de la encuesta es que, recordamos haber ido a votar en mayor porcentaje de lo que lo hicimos realmente en las elecciones generales del año 2011.
Estos datos se extraen de analizar la pregunta nº 24 de dicha encuesta:
 
La realidad es que la participación fue de un 74.35% (incluidos nulos y en blanco), bastante lejos del 79.9 % que refleja la encuesta.
Pero si recordábamos haber sido más participativos de lo que fuimos,  resulta más curioso ver como en la pregunta de “A qué partido votó?” sólo 31.4% de personas reconocen haber votado al PP en esta encuesta, muy lejos del 44.62% de votos que obtuvo en las elecciones. Podría ser un dato menor, pero la diferencia correspondería a 3.308.914 españoles que NO reconocerían haber votado al PP.

Evidentemente el CIS sólo muestra los datos obtenidos tras realizar una encuesta a una muestra seleccionada aleatoriamente, pero está claro que las personas que han respondido estas preguntas no han querido, conscientemente, reconocer que han votado al partido al Partido Popular. Por qué? y Por qué no le ocurre al resto de los partidos?
 
La encuesta indica una desafección muy importante por "Los políticos en general, los partidos y la política" (29.4 puntos) condiderándolos unos de los problemas más importantes que padecemos actualmente. Sin embargo contrasta con la mínima rechazo que produce  "El gobierno y los políticos o partidos concretos" (2.5 puntos).  Está claro que lo que falla para los encuestados es El Sistema y no tanto los partidos concretos. Pero esto no explica porque no reconocen haber votado expresamente al PP.
 
Tal vez la clave está en la pregunta 21 donde se respondía si los encuestados se consideraban ideológicamente de izquierda o de derecha (siendo 1 máxima izquierda y 10 máxima derecha).  El gráfico a continuación muestra los datos obtenidos. 
El sentimiento de ideología de izquierda es visiblemente superior al de derecha en nuestro país y eso parece que no encaja con lo que vivimos día a día
Una vez aupado al gobierno, el ejercicio de poder del PP ha sido el más reaccionario y antisocial de nuestra democracia. Ha utilizado su mayoría absoluta como excusa para tomar decisiones impopulares e injustas.
Para muchos esta realidad es muy difícil de asumir, y es tan traumática que nos tiene en estado de shock....amnésico.
 
 
 
 
 

lunes, 6 de mayo de 2013

 

"El sector del carbón contribuye significativamente a la seguridad de suministro energético de Europa"

 


El 27 de marzo de 2013 la Comisión Europea lanzó una Comunicación Consultiva al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones sobre "El futuro de la Captura y almacenamiento de CO2 en Europa (CCS)".
  
 
 
El documento que se puede leer en este enlace pretende ser una visión de la situación actual del sistema energético europeo y de las tecnologías CCS para conseguir los objetivos de la UE  de reducción de emisiones de CO2. Se pretende obtener la opinión de las partes interesadas sobre cuál podría ser el mejor marco político que permita materializar sin más retrasos, la demostración y el posterior despliegue de la tecnología.
 
La impresión es que en este tema el gobierno de España ni está ni se le espera. No existe una política energética clara, lo que ha afectado a todos los sectores y está destruyendo el sector del carbón, estratégico para nuestro país. Por otra parte en la comarca del Bierzo se desarrolla uno de los proyectos de investigación más importantes de Europa para el desarrollo de la tecnología de captura, transporte y almacenamiento de CO2, el proyecto Compostilla.
 
La lectura de los datos que contiene este informe nos indican que las medidas que se toman en nuestro país respecto al sector del carbón no tienen en cuenta el escenario real, ni europeo ni mundial, en el que nos encontramos.
 
 
Según el documento desde el año 2007 la dependencia energética de los combustibles fósiles en el mundo se ha intensificado y el incremento mayor en la demanda por  tipos de  energía se centra en el carbón, que supone casi tanto incremento como el resto de producciones de energía primaria juntas (principalmente impulsada por China). 

La UE no ha sido una excepción y ha sido receptora de muchas de las exportaciones. El reciente aumento del consumo de carbón  ha venido a detener y, hasta cierto punto, invertir una tendencia de veinte años de disminución del consumo. Las razones son múltiples, pero en particular cabe mencionar la disminución, con respecto a lo previsto, de los precios tanto del carbón como de las emisiones de CO2.
 
Debido al abaratamiento de los precios, y a la carestía  del gas en  comparación, el carbón se ha convertido en una materia nueva e interesante economicamente para la producción de energía en la UE. La vida útil de la centrales generadoras que estaban por cerrarse también se ha ampliado.
 
En los últimos años el impacto de la crisis económica ha hecho que la emisión de gases de efecto invernadero disminuya significativamente, lo que ha resultado en que para comienzos de 2012 se haya acumulado un excedente de 855 millones de derechos de emisión no utilizados pudiendo producir la reducción de los precios del CO2 a  5 EUR/Tonelada (o menos).
 
Todas estas claves para el impulso del sector del carbón no funcionan en nuestro país. El gobierno no considera estratégico el sector. Ni siquiera aparecemos en el gráfico de los principales consumidores de carbón de la UE a pesar de ser uno de los países productores de la materia prima. Tampoco en la producción energética con carbón en Europa donde destacan Polonia (88%), Grecia (56%), Chequia (56%), Dinamarca (49%) Bulgaria (49%), Alemania (42%) y Reino Unido (28%).
 


 

El propio documento señala que "el sector del carbón contribuye significativamente a la seguridad de suministro energético de Europa", dado que se produce en gran parte localmente (más del 73 % del carbón consumido se produce en la UE). El carbón consumido en Europa se destina principalmente a la producción de electricidad. La información presentada por los Estados miembros señala que se está creando o está previsto crear una capacidad adicional de carbón de unos 19 GW (en Alemania, Países Bajos, Grecia y Rumanía) que según otras fuentes podría ser de 50GW.

El sector del carbón es estratégico en España y en Europa. A nuestro gobierno y al  señor Juan Vicente Herrera (Miembro del Comité de las Regiones), este documento les da argumentos para defender el sector. Desde El Bierzo esperamos los informes que se emitan a esta Comunicación, aunque para nosotros llegan un poco tarde.