viernes, 21 de marzo de 2014

INJUSTICIA UNIVERSAL


Al analizar las consecuencias y la nueva situación general que se produce tras la supresión del derecho de justicia universal en nuestro país, me han venido a la mente otras noticias de actualidad, como la anexión Rusa  de Crimea o la casualidad   de  que   este año  se  cumplan   100 del  inicio de la  I Guerra Mundial. La sensación que me produce esta mezcla de información es un “déjà vu” geopolítico.

En el caso español, abandonamos la defensa del derecho de justicia por encima de nuestro concepto patrio, ya que la tutela de este derecho  le parece del todo improcedente a un gobierno que ha visto como los tribunales españoles han perseguido a lo largo de los últimos años a dictadores responsables de atrocidades cometidas contra hombres, mujeres y niños que, simplemente consideraban un peligro ideológico.

Esa necesidad de imponer un nuevo “Viejo Orden  Mundial” parece que responde a una cuestión de venganza ideológica y política. La justicia, igual que los territorios, tiene un ámbito geográfico y su extensión también depende de las tensiones o intereses entre los agentes en juego, así como de la voluntad de los estados de la defensa de los derechos y libertades. El ejemplo de cómo hacer bien las cosas, lo tenemos cerca, en la actualidad el gobierno socialista en Francia está elaborando una legislación de protección de derechos similar a la que se acaba de derogar en España.

Fuera de nuestras fronteras la defensa de los derechos también depende de la voluntad de las partes. A pesar de que a un tribunal se le haya puesto la clasificación de Penal y de Internacional, muchos países no han firmado ni ratificado los estatutos de esta Corte. El debate sobre la competencia internacional para juzgar delitos está sobre la mesa desde la ya centenaria I Guerra Mundial.

Respecto al conflicto en Crimea coincido con la referencia que Robert D. Kaplan hace en el avance de su artículo Geopolitics and the New Word Order en la revista Time, de las palabras del Secretario de Estado estadounidense John Kerry: “Es un comportamiento del siglo XIX, en el siglo XXI”. Volvemos de nuevo a conductas políticas desfasadas, que también parecen responder a un sentimiento de venganza, en este caso geográfica.

Seguramente este año mientras recordemos los detalles del antes y después de 1914, muchas cuestiones nos sonarán parecidas y mucho más contemporáneas de lo que creíamos. Paradójicamente las decisiones políticas que nos rodean parecen más anticuadas que las de hace un siglo, o como mínimo similares.

Me gustaría recomendaros la sección de la British Library sobre la Gran guerra. Fotografías, propaganda, el papel de la mujer en la guerra, la Europa previa a 1914,… ¡Una gozada!  

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